Si alguien te pregunta qué efectos tiene el tabaquismo sobre la salud oral, probablemente responderías “dientes manchados”. Sin embargo, las consecuencias de este hábito van más allá de lo estético y son más preocupantes de lo que imaginas.
El tabaco, sin importar cuál sea su presentación, tiene efectos altamente nocivos para la salud oral y salud general.
Si bien abandonar su consumo es lo más indicado para prevenir daños; hay otras recomendaciones que debes conocer para reducir la probabilidad de padecer enfermedades.
En este artículo no solo te contamos cuáles son las enfermedades que puedes desarrollar por el consumo de tabaco. Además, listamos las acciones necesarias para proteger la salud oral frente al tabaquismo.
¿Cómo afecta el tabaquismo a los dientes?
El tabaco es altamente perjudicial para la salud. A nivel oral el efecto más grave es desarrollar cáncer, pero no es la única enfermedad que puede causar el tabaquismo. Veamos uno a uno los problemas de salud que acarrea este hábito.
Enfermedad periodontal
Los fumadores tienen de 5 a 20 veces más riesgo de padecer periodontitis (enfermedad de las estructuras que soportan los dientes como hueso, encías, etc) que los no fumadores. Esto se debe a los ingredientes nocivos presentes en el tabaco, como la nicotina que debilita y daña la encía.
¿Sabías que la población fumadora presenta mayor factor de riesgo de padecer periodontitis que la no fumadora?”
Pero eso no es todo, el tabaquismo también hace que la enfermedad periodontal progrese con mayor rapidez; haciendo más difícil emitir un diagnóstico y un tratamiento oportuno.
Halitosis
Las sustancias químicas que posee el tabaco alteran el equilibrio normal de la flora bacteriana presente en la boca, produciendo mal aliento. Además, su consumo también potencia una mayor sequedad e irritación en las mucosas de la boca y las vías respiratorias.
Una mayor sequedad e irritación en estas áreas impiden una adecuada oxigenación, por lo que se agudiza el mal aliento.
Dientes amarillos
La nicotina y el alquitrán productos de tabaco son dos de los ingredientes más agresivos del cigarrillo, causantes de las manchas en los dientes. Por esto, quienes fuman suelen presentar un tono amarillento en sus dientes que afecta su estética dental.
Caries
Aunque fumar cigarrillos no es una causa directa de caries, el tabaquismo sí reduce el flujo de saliva en la boca. Esta condición favorece el crecimiento de la placa bacteriana y por lo tanto la aparición de caries.
Cáncer oral
El 90% de todos los tipos de cánceres orales está asociado al tabaquismo. De acuerdo con la OMS el tabaco contiene muchas toxinas cancerígenas.
Su consumo incrementa el riesgo de cáncer de pulmón, cáncer de cabeza, cuello, garganta, esófago, boca, lengua, labios, encías y muchos otros tipos. Pudiendo ser una causa de muerte.
Retraso en la sanación de heridas
Los agentes agresivos que contiene el tabaco fomentan la proliferación de bacterias en la cavidad oral; las cuales impiden una adecuada curación de las heridas.
Específicamente, el tabaquismo disminuye el riego sanguíneo en las encías, lo que aumenta el riesgo de padecer infecciones en la boca. En presencia de una infección el organismo tiene una menor capacidad para reparar tejidos y cicatrizar adecuadamente.
El tabaquismo incluso favorece la proliferación de heridas en la cavidad oral. La sequedad producida por el consumo de tabaco debilita los tejidos, dejándolos propensos a la aparición de llagas o aftas bucales.
Así mismo, la tasa de fracaso de los implantes dentales en los fumadores es dos veces superior en comparación con la población no fumadora.
Los efectos de la nicotina provocan que la unión del implante al hueso maxilar sea más lenta de lo normal. Con ello, la integración del implante en el hueso será más frágil y tendrá mayores posibilidades de fracasar.
Recomendaciones generales acerca del tabaquismo
Dejar de fumar es la medida más efectiva para evitar enfermedades y prevenirlas. Sin embargo, también se debe tener en cuenta, que dejar el tabaco no es una tarea fácil para quienes tienen este hábito, especialmente aquellos que lleva mucho tiempo haciéndolo.
En este sentido, el acompañamiento del odontólogo es clave. El profesional puede indicar una serie de acciones para proteger la salud frente al humo del tabaco. Entre ellas, podemos mencionar las siguientes:
El odontólogo podrá formular terapias farmacológicas para contribuir con la eliminación o el cese del consumo de tabaco.
Existen terapias farmacológicas con la propiedad de reducir o eliminar el consumo de tabaco”.
La higiene oral debe ser adecuada. Esto incluye el cepillado tres veces al día y el uso de seda dental al menos una vez al día. Una excelente higiene bucodental tiene menor probabilidad de padecer periodontitis, infecciones y heridas.
Se recomienda llevar una alimentación saludable para reforzar el sistema inmune y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Adicionalmente, una dieta sana y equilibrada reduce los efectos dañinos de los radicales libres causados por el consumo de tabaco.
Un ejemplo de dietas equilibradas, son aquellas con consumo de comidas ricas en vitamina E (huevo, cereales integrales, pescados y frutos secos); igualmente vitamina C (kiwi, fresas, papaya y tomate).
En las valoraciones regulares con el odontólogo se establecerá el estado de la salud oral y prevención de enfermedades bucodentales, por ello se debe recordar asistir a los controles al menos 2 veces al año.
Conclusiones
En este artículo hemos visto cómo el tabaquismo afecta, en gran proporción, tanto a a la salud bucodental como a la salud general (incremento de riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC y enfermedades cardíacas).
¿Eres fumador? Plantéate la oportunidad de abandonar el consumo de cigarrillos electrónicos o tradicionales, como una opción saludable que beneficiará no solo a tu boca; sino tu bienestar general y el de la gente que tienes a tu alrededor.
Y recuerda, ante cualquier señal de dolencia o enfermedad oral, acude con tu odontólogo de confianza.
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